Tareas de la Capellanía
LA CAPELLANÍA IMPLICA:
- Anunciar el evangelio a los pobres.
- Proclamar libertad a los cautivos.
- Recuperar la vista a los ciegos.
- Poner en libertad a los oprimidos.
- proclamar una gran fiesta del año agradable del señor
Anunciar el evangelio: El evangelio es Buenas Nuevas, buenas noticias, como todo creyente, el capellán evangélico tiene el deber, la tarea, de hablar de la salvación a todo aquel que demande de razón. Cuando una persona no conoce a Dios, no ha aceptado a Jesucristo. El capellán tiene la oportunidad de confrontarlos con la palabra de Dios, su labor se transforma de capellán a evangelista, para luego ejercer la conserjería espiritual, o un servicio pastoral hasta que la persona comience a congregar en una Iglesia Local.
Cuando la Biblia dice a los pobres se refiere no a los económicamente débiles, sino a los pobres en espíritu, es decir, a aquellas personas que no tienen a Cristo en su corazón, por lo que es necesario que los ayudemos a que tengan ese encuentro personal con Cristo.
Proclamar libertad a los cautivos: Muchos usan este versículo bíblico para predicar en cárceles, tomando literalmente a una persona cautiva como una persona que esta detenida en una penitenciaria, en una cárcel, pero a lo que realmente se refiere El Señor es a las personas cautivas, presas de sus pecados, atrapados en una vida pecaminosa, de vicios, de malas influencias... El capellán tiene el deber de sacarlo de esa prisión y llevarla a los pies de Cristo, una persona apartada del mal, es una persona útil en la sociedad.
Recuperar la vista a los ciegos: Si bien Nuestro Señor Jesucristo le devolvió la vista a los ciegos, literalmente, y creemos en los milagros, acá en realidad hablamos de aquellas personas que ciegamente, ya sea por errores, desconocimiento o por engaño están caminando por este mundo apartadas de Dios. Acá el trabajo del capellán consiste en hacer ver a estas personas que están en el camino equivocado, el camino de la perdición, y hacerlos volver o conducirlos al camino estrecho, al camino correcto.
La meta es siempre la misma, entregar a Dios un creyente firmes en sus convicciones, entregar a un buen ciudadano a la sociedad.
Poner en libertad a los oprimidos. Los oprimidos son aquellas personas que literalmente sienten un a opresión en el pecho, que están siendo victimas de una gran angustia, de un gran dolor, aquellos que sufren molestias, dolores, aquellos prisioneros y atormentados por demonios. Acá es donde la tarea del capellán comienza a ser difícil, laboriosa, estas son situaciones que muestran las cualidades de un capellán, templanza, paciencia, amor, perseverancia, astucia, por eso es que el capellán debe estar en plena comunión con Dios.
A estas victimas de tormentos, hay que ponerlos en libertad, ayudándolos y guiándolos a través de la palabra de Dios a salir de las depresiones, de sus angustias, haciendo una liberación espiritual.
Proclamar una gran fiesta del año agradable del señor: El deber de todo capellán cristiano es el de llevar y guiar mental y espiritualmente a las personas a las cuales aconseja a la fiesta en la que un día celebre con su familia su absoluta libertad. Cuando sea presentada ante la sociedad, ante la Iglesia como una persona restaurada, regenerada, dispuesta a servir, donde sea capaz de compartir su testimonio y contar la victoria de Cristo en su vida.
El triunfo más grande de todo capellán será ver libre y restaurada a aquellas personas y familias a las que ministre...
Esta fiesta pareciera sugerir aquel año sabático número 50 que describe la palabra de Dios en Lev 25:8-17. Acá el Señor hace uso de esta imagen para referirse a la salvación en Cristo.